17/06/2025 - Edición Nº14

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El peronismo hace profesión de fe y organiza una marcha en apoyo a Cristina

16/06/2025 16:10 | Tras la condena a Cristina Fernández de Kirchner, el peronismo se reagrupa y prepara una marcha masiva como respuesta política y simbólica. Intendentes, organizaciones y legisladores activan el aparato, mientras crece la épica y la incomodidad de Axel Kicillof. Este miércoles, la calle será escenario de una nueva profesión de fe kirchnerista.


por El Primero Noticias


La condena a Cristina Fernández de Kirchner volvió a mover el piso del peronismo. Este fin de semana largo, lo que parecía duelo fue más bien reorganización. Intendentes, legisladores, organizaciones sociales y hasta los más tibios sacaron el pañuelo y se alinearon detrás de la imagen de la ex presidenta. No se moviliza solo por Cristina: se moviliza porque saben que, si esto sigue, el próximo puede ser cualquiera.

Como en todo velorio, las lágrimas no son por el caído, sino por el espejo. Y la sentencia no solo reavivó el fuego de la persecución como relato, sino que volvió a encender la épica. Esa que moviliza, que ordena, que construye una causa común detrás de una figura que, guste o no, todavía tiene peso simbólico y político.

Desde el fin de semana, se cocina una marcha que promete ser multitudinaria. Las intendencias ya activaron sus aparatos, los sindicatos suman colectivos y los micrófonos empiezan a amplificar un discurso más radicalizado. La cita ya tiene día y hora: miércoles 18 de junio, 10 de la mañana, en Comodoro Py. La consigna: “Vamos y volvemos con ella”. La convocatoria parte de San José y vuelve al mismo punto, en una especie de procesión política y profesión de fe kirchnerista.

En el medio de esa marea, Axel Kicillof queda incómodo. La condena fortalece a Cristina, pero también fortalece un relata. La jugada lo empuja a elegir: o se sube al tren de la resistencia épica o queda mirando cómo se rearma el peronismo sin él. 

La sangre llegó al río. Y cuando eso pasa, ya no hay grises posibles. Sólo queda ver quién se zambulle y quién prefiere la orilla.